miércoles, 15 de febrero de 2012

El temor a los intelectuales...

La comunidad artística y cultural en nuestro país siempre ha sido idealizada. Esos seres cuya vida se desboca a promicionar la lectura y las artes en medio de un ambiente poco fertil para tales hazañas nos parecen dignos de encumbrarlos como heroes en pro de la humanidad y el bien común. Aquellos hombres y mujeres cultos que parecen ser dueños de una verdad absoluta, una inteligencia y una dignidad por encima de los vulgares políticos y burócratas que destrozan a nuestro país; son personas intachables, casi semidioses, tan diferentes a los demás. Su sola presencia nos infunde intimidación y nuestra cabeza sólo puede inclinarse en señal de respeto.

Enrique Serna, con una ficción apoyada de una certera realidad, nos lanza un balde de agua fría para despertar la razón y ver a la comunidad "intelectual" de México como un grupo de personas movidas por la vanidad y el egoísmo desmedido.

Evaristo Reyes, un hombre que ha claudicado ante su contexto, pierde la brújula al tratar de emular a esos periodistas y escritores que tanto admira. Se ha metido en un atolladero llamado policía en un periodo de la historia mexicana donde la cloaca social alcanzó su máximo esplendor, los noventas, y se corrompe convirtiendose en un sub humano cualquiera, lejano a los astros de las letras que tanto adora.

Pero Evaristo aún posee algo de dignidad y amor por las letras. Cuando su jefe , un sátrapa infame, le ordena conseguir la dirección de un periodista cultural independiente, cuya osadía lo ha llevado a insultar al presidente, para que puedan tomar cartas en el asunto; el "intelectual", como le llaman despectivamente en la judicial a Evaristo, encuentra al infortunado hombre y le advierte que huya antes de ser asesinado. Cuando piensa haber limpiado parte del cochambre de su conciencia un suceso inesperado lo meterá en un problema de alcances inimaginables para él. El periodista ha sido asesinado horas después de su advertencia y ahora tendra que encontrar al homicida.

Contado a manera de novela policiaca, El miedo a los animales se convierte en una pieza intensa de tensión y realismo. El personaje principal penetra en el mundo al que siempre quizo pertenecer de manera clandestina y desenmascara lentamente a esas bestias revestidas de racionalidad y cultura, dejandolas al descubierto como ratas y cucarachas, animales ponzoñosos, rastreros, envidosos, prostitutas cuyo motor es la notoriedad y no su aportación al mundo de las letras. Políticos  del arte que se sirven del conocimiento para hacerse de un lugar "privilegiado" entre la masa que desprecian por su ignorancia, se autonombran dioses aunque su esencia humana sea lo que brilla más en ellos. Desde el pobre diablo que se ha visto relegado a puestos sin importancia y el anonimato del egolatrismo hasta los burgueses intelectualoides que se jactan de poseer el talento y la cultura como una herencia de linaje.
Desafiando como siempre a las élites, Serna nos deja entrever la vileza de una comunidad culta llena de "sinónimos y antónimos" como el libro que sirvió para matar a un miembro de la misma, rebosante de clarooscuros, contradicciones, hipocresías, tan iguales y tan diferentes a la vez a la masa  que tanto les respeta y teme.

Serna, Enrique, El miedo a los animales,   Ed. Punto de lectura Primera edición, año 2008


2 comentarios:

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  2. Es interesante y real, uno de los principales problemas del país radica en que los "intelectuales" sienten que por el hecho de entender o saber cosas que la mayor parte de la población en general ignora, les da el derecho de sobajar y separarse de ella. Si hablamos de las ciencias sociales, en particular y para poner un ejemplo, el problema se agrava, ya que al ignorar está conexión, propicia una clara perdida de la identidad, los Periodistas, políticos o sociólogos etc... se dedican a entrar en el sector laboral y seguir practicando los sistemas establecido que (para ellos) los vuelven exclusivos, y cambiar o renovar estos sistemas, como debería de ser, para mejorar las condiciones sociales para el país en general.

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