viernes, 27 de abril de 2012

Crónica de un ciudadano

En  2006, año enq ue se efectuaron las elecciones presidenciales más polémicas del México contemporáneo, yo cursaba el último año de mi formación secundaria.

Consumía programas de televisión asiduamente, principalmente de Televisa, desde entonces mi gusto por libros de historia, geografía me llevaba a sintonizar frecuentemente los noticieros de Adela Micha, Brozzo, Denise Marker, Joaquín López Dóriga y Carlos Loret de Mola. No leía periódicos, estaba inmerzo en las lecturas de novelas de Juan Rulfo, Harry Potter y obras teatrales.

Me gustaba la música pop, más que ninguna otra, escuchaba estaciones comerciales y mi forma de relacionarme con los demás no era de lo más tolerante.

Mi padre, con quien siempre he tenido diferencias sustanciales, anunciaba un día en casa que iba a apoyar a Andrés Manuel López Obrador; en mi familia tal aseveración resultó indignante para una larga tradición priista. Mi madre lo denostó, mi hermana lo increpó y yo hice otro tanto.

Día tras día observar spots de "Un peligro para México", semana tras semana leer libros de hisitoria oficialista y de añejo anti socialismo me ungieron con una idea de temor por la inminente llegada del tabasqueño a la Presidencia.

El día de las elecciones regresabamos de un viaje a Oaxaca, la radio informaba, sorpresivamente que Felipe Calderón, el candidato del PAN, había derrotado por un margen de .56% al candidato de las izquierdas, una euforia del falso ideal politiquero de mi familia estalló, mi padre decepcionado observaba como el sistema de votación del IFE se caía y mi sentimiento anti obradorista florecía de alegría al verlo derrotado. El pueblo de México había rechazado el peligro para nuestro país.


Pasaron los años...llegó el 2009, entré a la Universidad Nacional Autónoma de México en la carrera de Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Un nuevo mundo prácticamente, nuevas ideas, nuevas reglas, personas diferentes, profesores más críticos que me hiceron darme cuenta de mi mediocridad autocomplaciente.
Comencé a leer más, libros, ver más películas, mi acercamiento al circuito cultural fue más amplio, cambie la televisión y la radio por los periódicos y las redes de internet. Mi mente despertó de un letargo, del que el tiempo em está cobrando factura pero sin duda me ha liberado.

Hoy son las nuevas elecciones, año 2012, el candidato del PRI Enrique Peña Nieto, un hombre que no puede conectar sujeto, verbo y predicado en una frase sin equivocarse. El puntero y favorito a convertirse en el próximo lider del Ejecutivo apoyado por los emporios televisivos (Televisa y Tv Azteca), el empresariado y todos los seres más infames del país.

Cuando miro a mi alrededor, platico con gente cercana a mi, vecinos, amigos, familiares, que se encuentran en la misma situación que yo hace seis años me doy cuenta de mi desarrollo como ciudadano, pero sobre todo del trabajo que falta por hacer para destrabar una cultura irracional que hace que el país no avance y caigamos siempre en el mismo error.

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