miércoles, 4 de abril de 2012

El paradójico y "trágico" final de Los juegos del hambre

Los juegos del hambre (The hunger games) Dir. Gary Ross EUA/2012 Reparto: Jeniffer Lawrence, Josh Hutcherson, Woody Harrelson, Stanley Tucci, Liam Hemsworth, Elizabeth Banks, Lenny Kravitz, Alexander Ludwig

Los juegos del hambre es una poderosa crítica a lo que el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa llama la "civilización del espectáculo". Así como lo han hecho otras cintas como Gladiador, El show de Truman, Network: Poder que mata, Tarde de perros o su gemelo literario y fílmico de oriente, Battle Royale. Donde los medios de comunicación idiotizan a las masas, se ponen al servicio del poder para entretener a su público para aligerar su realidad de explotación y vejaciones, los medios como camisa de fuerza a la libertad, los shows mediáticos destruyendo vidas humanas para el goce de otras, dice Vargas Llosa, la banalización y la frivolidad de los males que aquejan al mundo.



Todos los años en las ruinas de lo que era una vez América del Norte, la nación de Panem obliga a cada uno de sus doce distritos a enviar a un chico y a una chica, adolescentes, para competir en Los juegos del hambre. En parte es un entretenimiento rebuscado y en parte es una táctica de intimidación por parte del gobierno. Los juegos del hambre es un evento televisado nacionalmente en el cual los “Tributos” tienen que luchar entre ellos hasta quedar solamente un superviviente. Katniss, una chica del distrito 12 se ofrece como voluntaria en lugar de su hermana y tendrá que sobrevivir demostrando su habilidad e inteligencia.





La historia de Suzzane Collins, quien también fungió como adaptadora de su propia novela, es una historia peligrosa, corrosiva, golpeadora del sistema social basado en el espectáculo para beneplácito y posicionamiento de las clases medias y altas, señala con dedo acusador nuestro pensamiento primitivo revestido de modernidad, pues tal como en Gladiador, las matanzas colectivas, la sangre, los romances falsos, todo funciona para distraer de la realidad a un consumidor ávido de más droga del entretenimiento, pero también para afianzar a los que pertenecen a la esfera de arriba y someten a la de abajo, la política de el pan y el circo tan enarbolado por los romanos.

Pese a que la película no cuenta con un fastuoso trabajo tras las cámaras, y posee algunos sesgos narrativos, la plástica, los decorados, el vestuario y esos momentos rescatados por el guión tan bien trabajados perdonan cualquier falla estructural del filme. Aunado a eso, el reparto de actores jóvenes y veteranos se adueñan a la perfección de las características de sus personajes y logran evitar cualquier bache interpretativo, sobre todo Jeniffer Lawrence, quien tras su nominación al Oscar por Winter´s Bone ha demostrado ser una actriz de alto perfil. Otros dignos de nombrar son Stanley Tucci y Elizabeth Banks como unos presentadores dignos de ser llevados a los programas de Televisa por su desalmada e hipócrita presencia.



Los juegos del hambre es un espectáculo para criticar a la civilización del espectáculo, que trata de hacer reflexionar al público que ya le ha dejado más de 300 millones de dólares en taquilla. Incluso hay una escena donde el personaje de Lawrence conscientiza a los habitantes de un sector tras hacer un acto de verdadera humanidad dentro del show, las reacciones causadas en el público de aquel lugar son casi instantáneas y las consecuencias del despertar de los hombres aparece para enojo de los creados del juego televisado. Sin embargo, la paradoja de esta historia es precisamente ser un huevo de oro comercial cuyo público está actuando justamente como los entes que critica la película.
Más allá del raciocinio, la aparición de  gadgets, videojuegos, ropa, accesorios, juguetes, revistas, etc.  de la película han fomentado un creciente fanatismo de personas (jóvenes en su mayoría) que se sorprenden más por los combates sangrientos, los vestuarios psicodélicos o el "romance" mostrado en pantalla,  y logran parecerse a aquellos que en la cinta, ataviados de formas multicromáticas y estrafalarias, suspiran al ver el "amor" entre los protagonistas o lloran al conocer el sacrificio hecho por Katniss para salvar a su hermana.

Los juegos del hambre no logrará su cometido de fomentar una crítica reflexiva entre el público que ha ido a verla con palomitas y refrescos en mano ¿La razón? ha nacido del mismo huevo que Harry Potter, con contenido, pero etiquetada como literatura y cine "comercial", por lo cual es consumido por olas de individuos encandilados por el show, pero sin entender el trasfondo, y a su vez es señalada como "producto basura", arte digerible, por los incongruentes intelectualoides. Ese será el final de una cinta, de la cual seguramente se adaptarán las dos segundas partes, pero siempre relegada y etiquetada como cine "banal", cuando es todo lo contrario.

2 comentarios: