El caudillo que más ha durado en el poder, ese hombre barbado, oaxaqueño, enamorado de su prima, amigo-enemigo del gestador de las reformas, Benito Juárez. El "presidente" de la pompa, de la ostentidad, del "orgullo mexicano".
Esa figura máxima que es evocada con añorancia por la población mexicana identificada (educada) con la fuerza brutal y arbitraria con la cual mantenía "la paz social".
Díaz el que gobernó por más de 30 años, la imagen de un país contradictorio, de la casta imperiosa de los políticos de siempre.
A mediados de 1910, en plena "apertura" para ocupar la silla presidencial, el "buen dictador" quería reelegirse, pero Francisco I. Madero, un burgés que deseaba ocupar el poder Ejecutiva se levantaba en armas con el Plan de San Luis e iniciaría una Revolución que seguiría más allá de la simple caida del dictador.
Aquí su despedida....
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